"Cuánto quiero a las pobres palabras, que tan míseras
están en lo diario: a ellas, las invisibles
palabras. De mis fiestas les regalo colores:
sonríen, y se ponen alegres lentamente."
"regalarme temblando:
y, dócil a la amable coerción
del viento, que el jardín cruza en meandros,
quiere mecer sus pámpanos mi anhelo."
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